Náh, no es que me haya retirado de la empresa. Es que estoy de retiro en el Parador de Cardona con los amigos de Entrepreneurship Organization. En teoría es para crecimiento profesional, pero siguiendo la tónica del post anterior, es más desarrollo personal que otra cosa. O quizás sea lo mismo. Lo bueno es que estamos en medio de la nada en una construcción del siglo X, y lo buenísimo es que hay calefacción del siglo XXI. E internet, divino tesoro, como habrán deducido. El lunes salgo para Holanda para nuestro Monitoring Symposium en Amsterdam, pero intentaré ir posteando las miles de cosas que tengo pendientes. Y se acumulan. Teneme paciencia: lo mejor está por llegar. Como en la vida.