Si querés entender cómo funciona una célula, una sola, solita, solitaria, la biología molecular es tu amiga. Pero si querés entender un grupo de células y su interacción, división, agrupación y ciclo de vida, va a ser mejor que mires a las propias células, no a las moléculas.

Si querés entender cómo funciona un tejido, como el muscular, vas a necesitar mirar desde más arriba para estudiar el tejido como un todo, no sólo como un grupo de células. Y ciertamente, no como un grupo de moléculas.

Si querés entender un órgano, digamos, el cerebro, que según Woody Allen es su segundo órgano favorito, podés recurrir a la Neurología. Y si querés entender cómo se comporta un ser humano, existe la Psicología. (Gracias, Dr. Freud).

Sí, existen diferentes niveles de abstracción para entender cada una de las capas. No vas a predecir el impacto de los recuerdos de la infancia en una persona estudiando sus moléculas.

Bastante simple, ¿no? Bueno, del mismo modo, te será difícil predecir el comportamiento de un proceso de negocio complejo por el método de monitorizar miles de métricas técnicas de cientos de sus componentes técnicos. No podrás. Se requiere un nivel de abstracción diferente, y una mentalidad diferente. Y lo más probable es que también necesites datos diferentes.

A lo mejor estás pensando: ¿y entonces?

Bueno, este post es sólo un aperitivo.

Porque el próximo jueves seguimos con “Las cuatro capas de la Visibilidad”. Por favor, te espero, no te vayas. Me estoy acostumbrando a tu encantadora compañía.