Tango/04 tenía un secreto

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El pasado 22 de febrero, por la mañana, veinticinco años después de fundarla, vendí mi empresa.

Ya puedo, entonces, revelar el secreto que la convirtió en una fuerte competidora  en el mercado internacional de tecnología.

A falta del proverbial garaje, Tango/04 arrancó en un rincón de mi vivienda, en un barrio de Barcelona. La convertimos en una próspera compañía con oficinas en seis países, con más de cien talentosos empleados y clientes corporativos de primera línea en más de cincuenta países.

Pero más allá del éxito convencional, alcanzamos otro tipo de triunfo.

Teníamos cientos de fans. Los clientes se convirtieron en amigos, unidos por décadas. Venían año tras año a nuestros eventos y disfrutamos juntos. Tuvimos distribuidores leales por más de veinte años. Nuestros trabajadores se sentían como en una familia. Y nos divertimos todos los días.

Y, a pesar de ser mucho más chicos, fuimos capaces de ganarles cuentas a IBM, CA, BMC y HP. En algunos países llegamos a tener más clientes en el sector financiero que toda la competencia junta. Y no éramos baratos precisamente.

¿Cuál era nuestro secreto? Bueno, es verdad que hicimos algunas cosas más o menos bien en marketing, creación de comunidades, innovación y tecnología.

Pero la verdadera clave era otra.

Me sorprende que no sea un tema de estudio frecuente en los programas de MBA y la mayoría de universidades. Y sin embargo es algo elemental.

Podemos llamarlo afecto, sensibilidad, bondad, empatía, lo que quieras. Pero yo creo que el nombre correcto es amor, aunque sea una palabra tabú en el mundo empresarial.

El amor estaba presente en cada cosa que hacíamos.

Cuando trabajábamos sin parar para resolver problemas o arreglar bugs, era amor. Cuando entrevistábamos posibles candidatos para algún puesto, cuando les dábamos segundas oportunidades a miembros del equipo que no daban la talla, e incluso cuando había que despedir a alguien, lo hacíamos con amor.

No, no digo que poníamos velas y música romántica en la oficina ni que nuestros profesionales se daban besos tornillo al entrar.  Pero sí que le dimos a nuestra gente confianza, libertad, responsabilidad, un gimnasio, juegos, refrescos, clases de teatro, carreras, cuidado y atención. Mucha atención.

Mi socio Carlos, por ejemplo, pasó incontables horas escuchando a cualquiera que estuviera incómodo por la razón que fuera, muchas veces por causas ajenas al negocio, y siempre les dimos el mejor consejo posible, incluso si iba en contra del interés de la empresa.

Les dimos a los clientes lo mejor de nosotros. Pusimos muchísimo esfuerzo en ayudarlos sinceramente, con ecuanimidad, altruismo, sonrisas y buena fe.

En suma, cuando tomamos decisiones, nunca el dinero estuvo por encima de la gente.

Hace años que Tom Peters aboga por esto mismo. Sostiene que la parte dura (ingeniería, diseño de producto, finanzas) es lo blando, pero la parte blanda (el lado humano) es realmente dura. Y le creo.

Lamentablemente, en muchas empresas, a la empatía no la tienen ni en el radar.

Cuando el amor es más fuerte que la codicia, la ética es un subproducto. Así que no tuvimos que preocuparnos de la integridad, equidad, buena fe y esas cosas. Lo contrario también es verdad: cuando el dinero es rey, los principios y valores suelen ser sólo un poster en la pared.

Un emprendedor no crea una empresa: crea una cultura. Y una cultura fuertemente orientada a la empatía crea sus propios anticuerpos. Los que no comparten esos valores terminan eyectados, tarde o temprano.  Generalmente temprano.

Hay otro subproducto del amor: la felicidad. Fuimos felices divirtiéndonos, y la felicidad es contagiosa.

Hubo quienes no valoraron eso. Algunos ni siquiera se enteraron. Pero la mayoría sí: la antigüedad media del equipo era de 7,28 años. Algo astronómico para el sector IT (la de Google es sólo 1,1, por ejemplo).

Así, pudimos conservar la gente clave a pesar de diversas burbujas y el continuo ataque de cazadores de talento.

¿Cuál es la lección más importante que aprendí después de veinticinco años de emprendeduría?

En resumen, que el amor es la ventaja competitiva definitiva.

Pero el amor real y profundo sólo proviene de un entusiasmo irreprimible por hacer lo que uno más disfruta.

Por eso, cuando noté que ya no estaba sintiendo más ese entusiasmo, supe que era la hora de pasar la antorcha a otros. Otros que se esforzarán, seguramente, por conservar la cultura que nos hizo especiales.

Y, considerando que de empresas sin alma el mundo está lleno todavía, es reconfortante saber que todos los que pasamos por Tango/04 esparciremos ese ADN dondequiera que vayamos.

Esa es nuestra misión secreta ahora.

Y, sin duda, amorosa.

Anticipo de «Tango/04 tenía un secreto»

Yo nunca había trabajado en una empresa como Tango, como la que soñaba construir.

Los chicos que quieren jugar al fútbol rápidamente encuentran un ídolo para tomar de ejemplo. Pero es mucho más difícil cuando no hay un modelo que imitar.

Al menos es fácil encontrar antimodelos. Mi antimodelo fueron las empresas monopólicas de la época, como Telefónica o Iberia, cuyo servicio al cliente de entonces parecía estar gerenciado por personas con un alto grado de sadismo.

Yo quería trabajar en una empresa que fuera justo lo contrario de eso. Y, por suerte, a la larga encontramos nuestro camino.

Bueno, muy pronto voy a revelar aquí el verdadero secreto que nos hizo crecer y prosperar en el durísimo mercado de tecnología. La clave definitiva de nuestro éxito.

No se vayan todavía.

 

¿Cómo empezar una presentación?

blog

En mayo de 2011 tuvimos el honor de tener a Conor Neil como invitado en nuestro Tango/04 Monitoring Symposium en Barcelona.

Conor, como seguramente recordarán, es una mente brillante, experto en comunicación, emprendedor serial, profesor de una de las mejores universidades de negocios de Europa, y gurú para miles de personas (incluyéndome a mí). Habló acerca de hablar, lo que sospecho es su tema favorito.

Si no estuviste ahí, tengo buenas noticias.

Conor subió la parte inicial de su presentación a su canal de YouTube como un aperitivo para sus conferencias. Ahí él recomienda cómo empezar una charla – y, más importante, cómo NO empezar una charla.

El video ya lleva más de un millón de visionados. Si no lo viste todavía, hacé click rápidamente acá y disfrutalo.

Ganaste la guerra a las CMDBs

The CIO's OfficeCuando empezamos este blog, las CMDB estaban de moda. ITIL estaba en su mejor momento. Todos nos interrogaban sobre nuestra “estrategia de CMDB”.

No es por alardear, pero desde el principio sospechamos que pasar información de eventos, rendimiento y contexto de negocio a través de la ya sobrecargada CMDB era un terrible error.

En primer lugar, no era una «mejor práctica», en contraposición al resto de las iniciativas de ITIL. Porque en aquel entonces, el número de empresas existentes en todo el mundo que habían terminado tal CMDB, era cero. Y sigue siendo cero.

En segundo lugar, Sigue leyendo

¡Feliz (y Alineado) 2015!

Alginia

Sí, se acaba el año… Preparé este pequeño resumen del 2014 para vos, desde Barcelona con cariño.

Tango/04-Barcelona/04

Lanzamos Alignia, reaprovechando el conocimiento de cientos de proyectos exitosos de monitorización y encapsulándolo en un producto revolucionario.

Alignia te permite controlar, optimizar y alinear rápidamente Business Applications, Business Processes, Online Business Services y Business Security en la Era Interconectada (la Empresa Extendida ya es una realidad, y tenés que estar preparado para sus desafíos).

Fue un esfuerzo de varios años y muchos millones de euros, pero estamos contentísimos con el resultado. Alignia está ganando tracción rápidamente en empresas líderes en todo el mundo, que ven que pueden obtener un montón de valor en pocas horas (Sí, horas. Y no muchas).

¡La alineación perfecta entre IT y Negocio nunca fue tan fácil. Más detalles acá. Me lo agradecés después 🙂

Seguimos sumando gente con talento y nos mudamos a nuevas oficinas en nuestra central de Barcelona, más grandes y mejores. También estamos remodelando nuestras oficinas de Buenos Aires.

Seguimos ganando clientes en el sector financiero. ¡En algunos países tenemos más bancos como clientes que toda la competencia junta!

Personal

Mi madre falleció a la edad de 86 años el 8 de diciembre. La voy a extrañar mucho.

Retorné por un tiempo a un viejo amor, la dirección de cine. Dirigí The CIO’s Office, una comedia pseudo-documental que alerta a los CIOs de los horrores que les esperan si no tienen Alignia 🙂 Se estrenó con excelente recepción en nuestros Tango/04 Monitoring Symposiums. Oscars, allá vamos.

La Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires organizó una entrega de diplomas por el 25 aniversario de graduación. También me invitaron a dar una conferencia allí, cosa que fue un placer y un honor.

Muchas gracias, queridos lectores, clientes, amigos, socios, proveedores, colegas y miembros del equipo/04.

¡Que tengas un MARAVILLOSO (y alineado) 2015!

El factor Dilbert y otras cosas que no aprendí en la UBA

afiche el factor dilbertSí, ya sé, estoy un poco sabático últimamente. Pero este jueves 4 de diciembre estaré en persona y con corbata (¿o sin?) en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires para contar el caso de éxito del grupo Tango/04-Barcelona/04 y compartir algunas cositas que me funcionaron. Y que tal vez te puedan funcionar también.

Las plazas de esta divertida (todas mis charlas son divertidas) charla-debate son limitadas pero pueden inscribirse, gratuitamente, aquí: http://www.fi.uba.ar/es/node/1527 

Los espero el jueves!